sábado, 28 de julio de 2012

Desde Mercurio con amor

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¿Veis esa cosa brillante? Es la Tierra, y el puntito más pequeño que está al lado es la Luna. La foto está tomada desde uno de los satélites de la Nasa, el Messenger, que por lo que se ve está en Mercurio. Además, es en el momento en que la Tierra está orbitando más cerca del Sol, así que supongo que se verá más grande de esta forma.

A mi esta foto me hace sentir pequeña. No somos ni granitos de arena a escala universal.

La Tierra es un puntito pequeño del Sistema Solar. El Sistema Solar es una manchita dentro de lo que viene siendo la foto de familia del universo "conocido" (las comillas son porque creo que de conocido tiene más bien poco, pero me parece gracioso que el ser humano, haciendo alarde de su grandeza, use ese término. En muchas ocasiones no nos conocemos ni a nosotros mismos, pero al universo sí, hombre, el universo es coleguita).

Me hace replantearme muchas cosas. El modo de vida occidental, por ejemplo. O el oriental, me da igual. Nuestras prioridades. Las necesidades que nos crean las empresas publicitarias. El pagar por vivir. El pagar por morir. El pagar. El dinero. Los smartphones. El Wi-Fi. El 21% de IVA. Todo en general y nada en particular.

¿De verdad, pero DE VERDAD (negrita, mayúsculas y subrayado; ponedle buen énfasis al leerlo, anda), tenemos la necesidad de estar viviendo una vida impuesta por algún puto loco carismático que dijera que éste es el modo?

Somos unos privilegiados y no lo vemos. Hasta el momento, y hasta donde ha llegado el conocimiento humano, estamos en el único planeta habitable de lo que tenemos visto de universo. Somos conscientes de ello, pero seguimos empeñados, porque nos hacen empeñarnos, en que no somos felices, en que necesitamos más, que con lo puesto no basta y que hay que ser ambicioso para ganar. ¿Pero ganar qué?

¿Qué gana una persona que ve y no mira, que oye y no escucha, que siente y lo oculta?

¿Os dais cuenta de dónde estamos, de la suerte que tenemos?

A todo esto, la Luna acaba de asomarse por mi ventana, será que se está dando por aludida. Me está costando seguir escribiendo, porque me tiene medio hipnotizada.

De todas formas, creo que he dejado bien claro mi punto de vista. Quiero acabar diciendo que creo que somos idiotas. Idiotas por seguirle el juego a este invento no registrado, pero que sin embargo es el más exitoso de la historia. Que no cuenten conmigo, que yo paso del loco ese que decidió que mi vida estaba decidida antes incluso de que empezara.

jueves, 26 de julio de 2012

Culpable

Hay veces en las que la realidad es tan cruda, tan absurda, que hasta las manecillas del reloj dejan de correr. Pero el resto del mundo sigue a lo suyo, aunque el tiempo esté parado. ¿Es que no se dan cuenta de lo que ha pasado? ¿Cómo pueden no verlo? ¡Oiga, que los relojes no funcionan!

¿No os pasa? Os enteráis de una mala noticia (en este caso lejana), decís un "Qué lástima" o similar y ala, a seguir con nuestra vida. Es una mala noticia sí, pero peor para unos que para otros. Y tú tienes la suerte de ser de esos otros que mejor lo llevan.

A mi me sabe mal. Es estúpido y lo sé, pero me siento culpable.
Culpable por seguir como si nada hubiese pasado, cuando sé que a otra gente se le está cayendo el mundo a los pies.
Culpable porque me he dado cuenta de que el tiempo se ha parado, pero aún así, la vida sigue.
Culpable porque sé lo injusto que es y aún así no puedo hacer nada.