martes, 12 de abril de 2011

¿Y quién dice que los elefantes no hacen paracaidismo?

Dile al elefante que no puede hacerlo y le faltará el tiempo para saltar...

En fin, cómo empezar algo que ya lleva tiempo empezado?

Es como cuando haces limpieza general y lo dejas todo como los chorros. ¿Cuánto tarda en aparecer la primera pelusa o la primera mota de polvo? ¿De dónde coño ha salido? Y sobre todo... ¿¡PORQUÉÉÉÉÉ!?

La verdad es que las pelusas tienen su encanto. Una vez tuve un profesor que decía que él en su casa tenía una reserva llena de ellas... Llegó a tanto la cosa que se trajo a clase a una de ellas y nos la presentó. Sin comentarios.

El caso es que siempre he sido muy desordenada. Sí, soy de las que va dejando de todo por todos sitios, qué le voy a hacer. Lo bonito de ser desordenada es que cuando ya el desorden se me va de las manos y empiezo a hacer algo por arreglarlo siempre me encuentro cosas que tenía olvidadas o perdidas, y eso hace siempre mucha ilusión.

En fin, a parte de ser desordenada en mi vida, con mi mente pasa exactamente lo mismo, pero ahí ya no tengo ni a madres ni a nadie que me ponga el límite ni me diga que recoja, así que va a lo suyo. A veces oportuna, a veces no, la cosa es acostumbrarse.

Con el tiempo, una le coge el gusto a esto de estar como una cabra, es parte del propio encanto. Además el hecho de encontrarte con gente igual o incluso peor ayuda a asimilarlo :)

Por eso este trocito dentro de la World Wide Web va dedicado a mi querida mente, siempre presente y siempre revuelta, hecha un lío, desordenada...

This is my beautiful mess, mon beau desordre

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